Conrado Eguiguren Maripán es un joven alto y rubio de aspecto alemán, que tiene una historia interesante que vivir. Su familia es propietaria de una enorme hacienda ubicada en un valle cordillerano, pero, no obstante su riqueza, todos los miembros de la familia se sienten pertenecientes al campesinado humilde. Son de tez mate y pelo negro, delatando así sus ancestros mapuches. Conrado o Coni, como le dicen, es muy distinto y sufre las consecuencias de ello. En el colegio es objeto de bullying.
Su abuelo, quien tiene también algunos rasgos europeos, le enseña todo el contenido de un antiguo baúl perteneciente a su abuela, el cual da indicios de un pasado en la alta aristocracia suizo-alemana. Esto fascina al joven Conrado y se propone conocer su historia. Para ello aprende alemán e historia.
Con sus títulos en regla consigue una beca para estudiar en Alemania, desde donde hace sus viajes de investigación, que lo llevan a descubrir los antiguos territorios de la familia von Starkenbach, que era el apellido de su tatarabuela.
Ubica, de paso, al representante actual de su estirpe opulenta, el que vive en la Riviera Francesa y quien poco quiere saber de sus parientes sudamericanos.
Ya convencido de su abolengo Conrado Eguiguren-von Starkenbach, como se ha hecho llamar, se contacta con la alta aristocracia europea y allí conoce al amor de su vida. Su alma de caballero andante se ve honrada con un premio que él jamás imaginó.